lunes, 25 de julio de 2016

CERRO CRUZ DE CAÑA (3676m) EN ESQUÍES

Ruta atestada de vehículos
Luego de superar las pistas, disfrutando de la excelente nieve virgen
Suaves pendientes finales
Este 2016 comenzó con nevadas tempranas que ilusionan con un año de muchas precipitaciones. Y apenas se presentó la oportunidad, tomé rumbo a Penitentes. Este centro de esquí, ya estaba funcionando a pleno para el fin de semana largo del 20 de junio. Mientras la gente se agolpaba para comprar el ticket y acceder a las pistas, yo colocaba las “pieles de foca” y enfilaba hacia la quebrada del arroyo Cruz de Caña. Tranquilamente fui ganando metros, bastante más lento que los esquiadores en telesilla, pero entusiasmado por el desafío que tenía por delante. Esta vez las circunstancias hicieron que probara ir “en solitario” a un sencillo y conocido objetivo: el cerro Cruz de Caña. En 2009 lo había subido con Mijel y Malevo cuando daba mis primeros pasos en la actividad. Las condiciones de la nieve eran perfectas y el itinerario elegido no presentaba riesgos de avalanchas, situación que me dejaba tranquilo en ese aspecto.
Centro de ski desde la cumbre
La cara lo dice todo
Valle del Cuevas
Comencé el ascenso a las 11:30 desde el auto. Poco más de dos horas me llevó alcanzar los 3200m, el punto más alto de las pistas. Seguí ascendiendo por el fondo de la quebradita hasta rodear el Cruz de Caña por el Oeste. Esta vertiente del cerro es muy suave y permite un ascenso cómodo y tranquilo. La cumbre la alcancé a las 15.30, luego de 4 hs de marcha. El día impecable y frío tentó para sacar unas panorámicas desde la cumbre, pero el descenso apremiaba. Una llamada por teléfono para avisar que todo estaba en orden y a comenzar el descenso. Las suaves pendientes por las cuales había subido me permitieron “entrar en calor” con los primeros giros. Me sorprendí que me salieran tan bien, pero era la increíble condición de la nieve que permitía a un novato en estas lides que gozara de un descenso soñado. Una hora más tarde de haber dejado la cumbre, me encontraba al pie de las pistas de esquí, mirando de reojo la cumbre del Cruz de Caña.
Panorámica 360° desde la cumbre: nunca nos cansamos de mirar montañas!
El sol baja rápido y nosotros también
Algunas "eses" en el tranquilo descenso
El Tolosa nos despide

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