lunes, 15 de febrero de 2016

CERRO SAN BERNARDO 4154m (un clásico, dos objetivos)

ASCENSIÓN + PINTURA

Los meses pasaron. La concreción de un proyecto largamente anhelado exigía toda la atención y energía. Pero las ganas de volver a la montaña siguen ahí, guardadas para cuando la oportunidad se presente. Y para eso es fundamental estar en condiciones. Es difícil mantenerse en “estado” cuando son muchas las actividades. Así es que un domingo me levanto tarde pero con demasiados planes para lo que queda del día. . Quiero “patear un cerro”, ¡pero también pintarlo! Sí, las dos cosas. Hay ganas de cansarse un poco y mirar paisajes, pero también de detenerse y tomarse el tiempo de pintarlos.

Entrada de Vallecitos con la clásica imagen del San Bernardo
Contento y  cansado despúes de 2 horas intensas
A las 9:30AM parto rumbo al viejo y querido Vallecitos. Un hermoso día de sol me recibe arriba, tal como windguru lo anticipaba. A las 11:30AM y después de un segundo desayuno, comienzo la marcha. El objetivo es el clásico San Bernardo, al que no visito desde hace más de 10 años. Mientras camino no puedo dejar de admirar la cantidad de flores  de esta temporada de “El Niño”. En una hora de marcha ya estoy a 3550m, al pie de los roqueríos del filo cumbrero. Y saltando de piedra en piedra alcanzo la cumbre de 4154m al cabo de 2 horas de ascenso. 

Panorámica desde la cumbre hacia el Sur
Panorámica desde la cumbre hacia el Norte




Una vez más el conocido paisaje del cordón del Plata me alucina en un día espléndido. Media hora de fotos y una manzana de almuerzo y para abajo. El descenso es más tranquilo y aprovecho para relevar la variedad de flores que hace muchos años no se ven. Poco antes de las 4PM ya estoy en el auto, y minutos más estoy desandando el camino de Vallecitos.

Ahora viene la segunda parte de la jornada de montaña: buscar un buen lugar para ponerse a pintar. Lo encuentro en la curva de entrada de Vallecitos, donde el San Bernardo es el centro de la escena. El baúl abierto del Suran es mi atelier y por poco más de una hora estoy absorto entre el paisaje y la pintura. Poder gozar tranquilo del paisaje, que hace un rato nomás miraba desde arriba , es un buen final para esta primera experiencia de ascensión + pintura. Creo que comienza un nuevo camino para explorar.
El motivo pictórico y deportivo
Atelier improvisado