sábado, 5 de diciembre de 2009

EXPEDICIÓN AL NEVADO EXCELSIOR 5773m / NEVADO EXCELSIOR EXPEDITION 18973ft

English summary: Nevado Excelsior (18990ft) is the highest summit of Cordón de la Jaula, a remote valley with a range of unclimbed peaks. This peak has been climbed only three time. The first ascent was on January 1964, by Bello, Fiorentini and Arcidiácono; they approached it from the north by La Jaula Valley. The last ascent registered was on September 27th 1985 by Gabriel Cabrera who used the South ridge in a long traverse from Cerro El Plata.


Federico González and I tried into a new route, the southwest face on November 8 to 15 2009. We approached it by Quebrada Fea and it took us 4 days of snowy weather. The summit's day weather was windy and partly cloudy. We started the journey at 7:00AM crossing the west glacier and getting up by the southwest ridge. Then, we continued climbing the southwest glacier. the wind was blowing so hard that was pushing us down, for that reason we had to quit at 18282ft after six day of intense work. The descent was very dangerous because of the wind. We had a fall it was without consequences. We run out of time for another attempt. We started our two day retun to Punta de Vacas.


Hacia el más alto
Llegó el mes de noviembre y tal como lo tenía planeado, era hora de enfrentar al más alto de la zona, y que fue objetivo de una expedición en diciembre de 2008: el Nevado Excelsior, alba cumbre de 5783m que se alza en el sector sur del Macizo de la Jaula.
Mi hermano Federico había sido mi compañero en el intento de 2008 y con él volví a intentarlo ahora. La idea era utilizar la quebrada Fea como vía de acceso más directa y práctica que el Col del Vallecitos-Plata, y hacer una ruta nueva por su cara sur.
Consultando el pronóstico de la página http://www.yr.no/ , calculamos que recién para los días 12 y 13 de noviembre tendríamos el buen tiempo para los días de cumbre.


Domingo 8 de noviembre de 2009. Partimos desde Mendoza, dejando el auto en la localidad de Punta de Vacas. Allí comenzamos a caminar hasta la estación aforadora sobre el río Tupungato. Para poder utilizar esta estación y cruzar a la otra margen, tuve que solicitar permiso con anticipación a EVARSA y a la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación, a fin de deslindar responsabilidades en caso de accidente. Realizamos el cruce sin inconvenientes y pasadas las 12 comenzamos a caminar bajo las mochilas de poco más de 25 kilos. Esta es una expedición "liviana" en comparación con la del mes pasado, ya que ahora llevamos todo encima sin hacer "porteos". Vamos más livianos pero tenemos menos autonomía: la comida está calculada para 8 o 9 días y en ese tiempo debemos tratar de cumplir con el objetivo. Al llegar a Punta de Vacas el día se presentó totalmente despejado y frío (había hecho temperatura bajo cero). Y toda la caminata hasta la entrada de la quebrada Fea fue bajo un constante viento helado. Pasado el mediodía, las nubes habían cubierto el Volcán Tupungato y entraban velozmente desde el oeste. Se cumplía lo anunciado por el pronóstico. La quebrada Fea no hace honor a su nombre y se presenta suave, abierta, y accesible. Ese primer día acampamos a 2750m, sin poder alcanzar el lugar de campamento elegido en Google Earth, unos 3km más arriba, a 2900m.


Lunes 9 de noviembre. Me despierto con el clásico chasquido de los copos de nieve cayendo sobre la carpa... Si, se cumplía lo que decía el pronóstico, pero nunca pensamos que fuera con tanta rigurosidad: en el mes de noviembre nevar a 2750m...! Así es que esperando que los días de altura coincidan con los de buen tiempo, desarmamos campamento y emprendemos la marcha bajo la nevada. Realmente hace frío y el paisaje está en blanco y negro... Las cumbres del fondo de la quebrada envueltas en torbellinos de nieve! Hacia las 6 de la tarde alcanzamos los 3300m, unos 12km más adelante y acampamos. Hemos decidido hacer la aproximación en 4 días hasta la base del Excelsior, y por eso preferimos no exigirnos tanto estos primeros días que tenemos que andar con mal tiempo. Al atardecer, algunos rayos de sol nos hacen esperanzar en que el tiempo puede cambiar...







Martes 10 de noviembre. A las 9 estamos en marcha para enfrentar la morena que atraviesa la quebrada y que baja desde el "Lanza del Vasto". En dos horas hemos superado el obstáculo, y estamos transitando lo que va a ser un clásico de aquí hasta el campamento alto: los playones que al estar cubiertos de nieve son planicies blancas al mejor estilo "hielo continental". El clima sigue malo, todo cubierto, con algunas nevizcas. Todo el día los pasamos superando playones y escalones, ganando altura de a poco. Recién a las 6 de la tarde, llegamos al playón de 4000m, al pie de la quebrada que conduce a los Enanos. Este era el punto que nos habíamos fijado la noche anterior para hacer campamento, y con la satisfacción de la tarea cumplida, nos ponemos a compactar la nieve para armar la carpa.






Miercoles 11 de noviembre. Un amanecer de un día totalmente despejado nos entusiasma para empezar esta cuarta y última jornada de aproximación. El estético Pico Rojo nos vigila en los primeros tramos, mientras que los Enanos nos miran de reojo desde más atrás...
Esperamos que este día de aproximación sea más corto que los anteriores, pero la verdad es mucha la distancia que nos queda hasta el sitio elegido para campamento de altura. A medida que vamos subiendo van apareciendo nuevos motivos para la cámara que no deja de acumular fotos: el Excelsior en todo su esplendor, el Aconcagua, los Enanos, los picos de la Quebrada Colorada... Entrada la tarde bordeamos el frente del glaciar sur del Excelsior, para subir hasta el último tapón de morenas al pie de la cara que pensamos atacar. Como todos los días anteriores, recién a las 6 de la tarde estamos fabricando un lugar de acampe en los pocos metros de tierra que aparecen en este mar helado. Cansados, pero sabiendo que el día siguiente estará destinado al descanso, nos relajamos en el campamento. Hoy el clima si bien fue bueno por la mañana, por la tarde no dejó de soplar el viento.
Jueves 12 de noviembre. Día de descanso, nos levantamos tarde y nos ponemos a afirmar la carpa por si el viento aumenta la intensidad. Nos pasamos el día, comiendo y tomando mucho líquido, preparándonos para el día de cumbre. El clima sigue igual que el día anterior: el viento comienza a soplar a la madrugada y nubes cubren parcialmente el cielo. Al atardecer el viento amaina y durante la noche la quietud del ambiente es sorprendente....


Viernes 13 de noviembre. Nos despertamos antes de las 6 de la mañana y las ráfagas de viento que comienzan a zamarrear la carpa anticipan un día similar a los anteriores: nubes cubren parcialmente el cielo y no es el día de buen tiempo que anunciaba el pronóstico.... Pero sabemos que muchas chances no tenemos, ya estamos a viernes y el lunes hay que estar en la ciudad trabajando nuevamente, así es que hoy debemos salir sí o sí a la cumbre, para destinar sábado y domingo a un largo regreso hasta Punta de Vacas.




Pasan unos minutos las 7 de la mañana cuando estamos en marcha hacia el filo sur. El campamento alto situado a 4600m está prácticamente al pie del filo sur, y sólo tenemos que cruzar una lengua secundaria del glaciar para poder montarnos a él. Al estar en primavera el glaciar se encuentra todo tapado de nieve, haciendo más fácil pero a la vez riesgosa su travesía. En este caso al cruzar esta lengua a lo ancho, son unos pocos metros que transitamos tanteando el terreno.




En una hora de marcha estamos sobre el filo, y en otra hora más nos calzamos los grampones, ya que el panorama que se presenta es un glaciar suave pero con resaltes producidos por el viento. Comenzamos a superar un resalte detrás de otro zigzagueando y sufriendo los embates del viento que cada vez castiga con más fuerza. El último de los resaltes lo hacemos encordados, debido a la inestabilidad que nos dan las fuertes ráfagas.


Desde aqui el glaciar pierde continuidad (estamos como a 5350m) y preferimos seguir el filo para avanzar más rápidamente. Al salir al filo el viento nos castiga aún con más fuerza, y tambaleandonos buscamos refugio para reponer energías. Dudamos para seguir subiendo, pero es temprano (13.00hs) y aunque el descenso se presenta exigente destrepando el glaciar, decidimos seguir dando batalla al Excelsior. Personalmente no me quiero hacer a la idea de rendirme después de tanto esfuerzo y a pesar del viento hago 20 pasos a toda máquina y me paro a refugiarme y recuperar aliento. Así vamos ganando metros por el filo hasta que se hacen las 14:30hs, cuando alcanzamos una punta a 5560m, desde donde podemos ver la cumbre (o lo que creemos que es la cumbre (después nos daríamos cuenta que la cima es una filo chato, teniendo su punto más alto al Este). Mientras espero a Federico, me voy dando cuenta de lo difícil que se torna seguir subiendo con este clima, donde a cada paso estamos a punto de salir volando sobre el glaciar sur. Cuando llega Federico, no podemos negar lo que se venía anunciando: con este clima no se puede seguir, el viento puede convierte a este filo en una trampa mortal. Apenas nos escuchamos para intercambiar opiniones sobre lo que debemos hacer. Tomo las fotos de rigor, el punto con gps y en minutos estamos desandando los pedreros helados que tanto esfuerzo nos habían llevado minutos antes. Así de ingrata y desigual es esta lucha, que aún después de tanto esfuerzo no podemos ver terminada nuestra tarea...! El Excelsior pretende un nuevo intento para ser dominado y en mi interior, sé que le presentaré batalla nuevamente...


Pero en esos momentos sólo queremos escapar del vendaval en que se ha tornado la montaña. Los pedreros están helados debido a la nieve volada, y la opción de buscar un descenso más directo al campamento se desvanece como nuestras energías. Para evitar un resalte rocoso del filo volvemos sobre el glaciar, calzándonos nuevamente los grampones, tarea complicada bajo las fuertes ráfagas. Para llegar al glaciar debemos destrepar un resalte en terreno mixto de roca y nieve. Luego de este paso, estamos nuevamente en el glaciar. Aquí comienza la tarea de destrepar, en algunos casos cara al valle y en otros cara a la pared. En uno de estos momentos de destrepe, cuando he bajado primero y estoy ayudando a Federico a seguir mis huellas, el viento lo hace tambalear enganchandose con los grampones. En medio segundo nos encontramos los dos deslizandonos juntos pendiente abajo. Sin poder creer que estamos cayendo, reacciono rápido y me freno haciendo autodetención con el piolet, mientras que Federico sigue resbalando, logrando frenarse un poco más abajo cuando la pendiente se recuesta y la nieve se vuelve más blanda. Inmediatamente le grito a ver si se encuentra bien. Está entero y yo también, por suerte ha sido sólo el susto. Tratamos de recuperar un poco el aliento después de este percance, pero el viento nos sigue azotando y queda mucho camino por delante. Extremando la atención seguimos descendiendo los resaltes del glaciar. Son casi las 7 de la tarde cuando estamos entrando en la carpa, 12 horas después de dejar el campamento, agotados y enfriados por el viento. Sesiones de té y sopa, y nos va "volviendo el alma al cuerpo". Repasamos lo vivido en este día como una película que no deja de proyectarse en nuestra mente... Aún estoy "digiriendo" el tener que volver sin la cumbre del Excelsior, pero a la vez tomamos conciencia de la categoría de montaña que es, con su altura, sus glaciares y su ubicación tan aislada. Realmente es impresionante, y esto lejos de auyentar un nuevo intento, sólo hace crecer aún más las ganas de volverlo a intentar...

Sábado 14 de noviembre. Tarde, cansados, esperamos que el sol alcance el campamento para empezar a movernos. Anoche realmente ha hecho frío (-20°C) y debemos secar bolsas y ropa que están escarchadas. A las 12 emprendemos el descenso, con la misma sensación que hacía mucho no sentía... la de volver con las manos vacías... pero sabiendo que dimos todo y un poco más todavía para conseguirlo! Y aún quedan los 36km de quebrada hasta Punta de Vacas que debemos hacer en dos jornadas... El clima sigue muy duro, si bien hoy con menos nubes, el viento helado sigue soplando y llenando de nieve cara, manos y lentes. Las horas van transcurriendo y nosotros maquinalmente caminando con el solo objetivo de alcanzar el campamento de 3300m antes del anochecer. Son más de las 19:30hs cuando volvemos a pisar tierra firme y los primeros "verdes" después de 5 días de andar sobre nieve.




Domino 15 de noviembre. Cansados, pero sin poder aún relajarnos, debemos seguir con el mismo ritmo que traemos de días anteriores y devorar kilómetros de quebrada si queremos llegar al cruce del Tupungato antes que anochezca. Otro día más que el ritmo lo pone la luz del sol. Hoy disfrutamos la parte baja de la quebrada totalmente diferente a aquella que vimos bajo la nevada. Quizás el día de cumbre debería haber sido éste, ya que hoy está totalmente despejado y el viento es una brisa... que bronca!! pero sabemos que tampoco teníamos comida suficiente para esperar dos días más, además de que el trabajo nos obligaba a regresar. A primera hora de la tarde llegamos al río Tupungato, y recién tres horas más tarde estamos enfrentando el cruce en la estación aforadora. Remar en el carrito nos agota las últimas fuerzas. Una caminata de un par de kilómetros hasta el auto y damos por concluida esta nueva expedición.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Preparación para el NEVADO EXCELSIOR 2009

A modo de preparación para el Nevado Excelsior, realizo dos salidas "relámpago" para mantener aclimatación y entrenamiento.











El lunes 26 de octubre, apenas unos días después de volver de la Jaula, con mi hermano Federico salimos a las 6:30 de la mañana desde la ciudad de San Juan rumbo al Paso Agua Negra. La idea es poder hacer algo de altura en el día, en algún cerro que quede a mano. Son las 10 de la mañana cuando ya estamos encarando a un cerro situado al norte del "Arenal", lugar donde la quebrada que conduce al Paso se ensancha. El cerro presenta un gran acarreo que tiene una senda que sube en zigzag bastante accesible para ganar altura rápidamente. El clima no se presenta bueno, hay un temporal que viene entrando desde el oeste, pero esperemos que nos de tiempo para gozar de un día medianamente aceptable. Nos dedicamos a subir a un paso tranquilo, teniendo en cuenta que el vehículo lo dejamos a 3800m y Federico hace varios meses que no hace altura. La senda en algunas partes está bastante marcada y en otras se pierde. Cerca de las 4 de la tarde hemos alcanzado los 4800m pero el filo cumbrero aún está lejos. Calculamos que debe sobrepasar los 5300m. Dado que debemos volver esta misma tarde a San Juan, decidimos volver tranquilos y dejar la ascensión a esta cumbre para otra oportunidad.








Sábado 31 de octubre. Buscando mantener la aclimatación y entrenamiento por un lado, y aprovechar a esquiar por última vez este año (bastante pretencioso debido a lo avanzado de la primavera...) enfilo temprano para la Quebrada Matienzo. La nieve se ha derretido mucho las últimas semanas, pero en Matienzo aún queda algo como para practicar. Cargo las tablas y botas en la mochila y con las botas de trekking hago los primeros metros por la quebrada. Creo que una buena opción es dirigirme hacia los paramillos del Tolosa, donde la nieve cubre casi todo el terreno y puede ser un lindo descenso. Una vez calzados los esquíes y las botas, en los primeros pasos voy recordando las indicaciones que me dieron Mijel y Malevo la última vez. El día diáfano y despejado se empieza a poblar de nubes altas que van filtrando la luz solar. La subida es muy agradable, con pendientes suaves. Voy haciendo algunas paradas para obligarme a comer y beber algo, y a eso de las 3 de la tarde he alcanzado los 3800m. Ya estoy al pie de la cara oeste del Tolosa, y de aquí en más la pendiente se va empinando, por lo que decido que ya es suficiente por hoy, para mi primera salida solitaria en esquíes! Ahora viene lo bueno, y una vez guardadas las pieles y ajustadas las botas, dirijo toda mi atención a la técnica de descenso. Las primeras pendientes están ideales para esquiar y realmente disfruto el descenso, más que en el Cruz de Caña. Más abajo y ya en el fondo de la quebrada, el calor ha transformado demasiado la nieve, siendo muy difícil deslizarse. Nuevamente la caminata por la quebrada y cruce del Río Cuevas por un precario puente de nieve y antes de las 5 de la tarde estoy en el auto.

viernes, 20 de noviembre de 2009

EXPEDICIÓN CORDÓN DEL PEINE 2009


Testimonio hallado en la cumbre del San Esteban

Este es el comprobante de cumbre que hallamos en la pirca de cumbre del San Esteban. Había permanecido allí casi 45 años....
No podemos dejar de pensar en los pioneros que realizaron esta ascensión, explorando una zona desconocida, con medios mucho más limitados pero con un envidiable espíritu montañés...
Sirva esto de pequeño homenaje a sus ascensiones!!!

domingo, 25 de octubre de 2009

EXPEDICIÓN CORDÓN DEL PEINE 2009

Una cumbre y un homenaje

Varios meses de preparación fueron necesarios para esta expedición al Macizo de la Jaula, sector Cordón del Peine, y que tenía como objetivo rendir homenaje a Federico Campanini, fallecido en el Aconcagua el verano pasado. El autor de esta iniciativa fue Gabriel Barral, montañista de Buenos Aires, que conocí hace varios años atrás cuando ingresó con Federico a la Jaula en 2004.

Hoy la mejor manera de rendir homenaje al amigo que ya no está es volviendo por las montañas que también él conoció, y bautizar una cumbre con su nombre. Un grupo de amigos de Gabriel somos los participantes de esta iniciativa.
El domingo 3 de octubre de 2009, subimos con Gabriel y Pinki (Juan Pablo Scarpa en el DNI) a hacer un "porteo" de más de 30kg cada uno, desde Vallecitos hasta el campamento EL SALTO (4200).

Jueves 8 de octubre. Estamos al fin todo el grupo reunido en el refugio de la UNC en Vallecitos. Los integrantes de la expedición son: Gabriel Barral, Pedro Rossell, Juan Pablo Scarpa, Javier Gutiérrrez, Alcides Massa y yo. En el refugio ordenamos el resto de la carga, y repartimos parte de la misma a los tres porteadores contratados para que lleven 20kg cada uno hasta EL SALTO.
















Viernes 9 de octubre. Cada uno de nosotros también parte con más de veinte kilos en la espalda. Esto realmente nos preocupa, ya que cada vez son más los kilos de carga acumulados en el Salto y que tendremos que subir al Col Vallecitos-Plata, después bajar al fondo de la Jaula y finalmente transportar por toda la quebrada de la Jaula hasta la desembocadura en el Río Mendoza.... En total fueron 263 kilos que moveremos entre 6 personas...

10 de octubre. Partimos con 25kg cada uno para dejar en el Col Vallecitos-Plata (5200). El tiempo se presenta nublado y frío. La subida se hace dura, debido a que recién estamos aclimatandonos. Después de la Ollada, comienza a nevizcar. La temperatura baja y seguimos rumbo al Col. Más allá del Portezuelo del Lomas Amarillas, la nevada se intensifica por momentos. Gabriel y Pedro van adelante llegando al Col del Vallecitos, Pinki y yo vamos en el medio y atrás han quedado Alcides y Javier. Después de más de 6 horas desde el campamento, llegamos. Ráfagas heladas nos castigan mientras protegemos la carga con piedras. Más abajo nos encontramos con los chicos que vienen atrás. Gabriel, Pedro y Pinki toman la carga que traen y la suben al Col, mientras yo voy bajando con ellos. Al campamento llegamos después de las 18hs, molidos y muertos de frío. Pero esa noche la montaña nos tiene preparada la bienvenida y después de cenar comienza a soplar un viento violento y destructor que nos obliga a estar sentados tirandonos sobre las paredes de la carpa que se vienen encima. Para colmo de males, a las dos de la mañana, una de las carpas vecinas a la nuestra, se destruye por lo que damos "asilo" a uno de los infortunados ocupantes. Resultado: 5 personas en una carpa de 3, intentando dormir después de una dura jornada de porteo bajo las ráfagas del viento que no amaina...











11 de octubre. Al día siguiente si bien se presenta despejado, de más está decir que fue de descanso, luego de tan tremenda noche. Aún el viento levanta la nieve en los altos filos y eso nos preocupa: esperemos que cuando tengamos que volver a subir no suframos los embates de la noche anterior...

12 de octubre. Es el día decisivo del cruce a la Jaula. Temprano partimos con la carga que queda aquí, rumbo al Col del Vallecitos, donde nos espera el resto de los kilos. El día es espléndido, ni una nube y el viento se apiada de nosotros y corre suavemente... En poco más de 4 horas ahora estamos en el Col, cada uno trayendo más de 20 kilos a sus espaldas. El día de descanso nos ha venido bien para la larga jornada que tenemos por delante. En el Col, además de asombrarnos por enésima vez de tan maravilloso mundo de montañas que constituye el Macizo de la Jaula, atamos la carga que bajará en trineos por las pendientes nevadas y pedreros de la falda occidental del Cordón del Plata. Dos personas por trineo intentan dirigir y hacer deslizar los treinta y tantos kilos que van en "petates". Además cada uno carga con la mochila de 20 kilos que traemos desde abajo. Lo que se suponía debían ser poco más de tres horas hasta el fondo de la Jaula se transforma en una tortura. Las horas pasan, el sol va inevitablemente a su destino de horizonte montañoso y nosotros aún tratando de conducir los trineos por donde queremos sin caernos... Son las 7 de la tarde y nos encontramos a 4100m. Por decisión general hacemos campamento allí mismo dado el esfuerzo que venimos realizando desde la mañana temprano.

13 de octubre. Más de 2 horas nos demanda terminar de bajar los pedreros hasta el fondo de la quebrada. Festejamos haber llegado al fondo de la Jaula y pasamos el resto del día organizando el campamento. El día que había comenzado soleado, termina nublado y frío.
14 de octubre. Día de descanso. El clima sigue inestable, amanece con sol y la nevizca vespertina terminan envolviendo los altos picos del Peine y Tatras. Salimos a caminar por la quebrada hacia el sur (nacientes) y sobre un promontorio rocoso encontramos una pequeña pirca con testimonios dejados por la expedición del CAM al Nevado Excelsior en 1964. El entusiasmo invade al grupo: nos damos cuenta que en estos lugares uno forma parte de la historia....
15 de octubre. Llega la hora de la
acción, partimos hacia las morenas del Peine, para acampar a 4000m. El día que como los anteriores amanece con sol, las nubes esta vez cubren rápidamente el cielo. Cuando estamos en marcha comienza la nevada. Armamos campamento con visibilidad nula, bajo los persistentes copos, esperando un cambio de tiempo para el día siguiente.


16 de octubre. La nevada duró hasta medianoche, por lo que debimos cambiar nuevamente de planes y destinar este día a estudiar la situación en que quedó la montaña después de los 20 a 30 cm de nieve caída. Salimos cerca del mediodía rumbo al "embudo", nuestro acceso al plateau al pie de la Torre Mayor del Peine. Hacemos algunas test de avalanchas y nos dejan bastante preocupados. Hemos tomado una buena decisión esperando un día más para que la nieve se asiente.












17 de octubre. Divididos en dos cordadas, partimos con objetivos diferentes. Javier, Pinki y Pedro van hacia el sur del campamento a dos cerros de 4600m. Con Gabriel y Alcides nos dirijimos hacia el embudo. Llevamos bolsas de dormir y aislantes, por si acaso vivaqueamos. La subida es pesada abriendo huella. En un momento dudamos de subir por un canal a la izquierda del embudo, vía mucho más técnica y bonita, pero al ser cordada de tres, ir un poco pesados y no movernos con rapidez por la posible caída de hielo o rocas, decidimos seguir la ruta original del embudo.


Al plateau llegamos después de las 13hs. La visión de la Torre Mayor nos alucina, no se ve tan difícil y con Gabriel empezamos a imaginarnos posibles vías de ascenso.... Dejamos las cosas para el vivac como a 5000m y seguimos rumbo a un cercano pico situado al norte del San Esteban y Pico Rosa. En la cima de este hermoso pico no encontramos testimonios ni rastros de anteriores ascensos por lo que decidimos bautizarlo "Pico El Fede".
















A esta altura de la tarde no sabíamos si al día siguiente podríamos intentar la Torre Mayor y quisimos asegurar una cumbre para rendir nuestro homenaje. Para confirmar cuales son el San Esteban y Pico Rosa, seguimos a los dos picos situados al sur. En el primero, encontramos luego de desarmar toda la pirca, un papel doblado en cuatro y un banderín arrugado que han permanecido allí 45 años.... Eso además de sorprendernos una vez más, nos confirma que la cumbre que acabamos de bautizar es virgen. Seguimos al otro pico situado al sur, y después de echar alguna mirada al canal de nieve que surge entre las dos y que fuera la vía de escalada de los pioneros (Alfonso, Supkay, Sarmiento), llegamos a la cumbre. En la gran pirca no encontramos los testimonios a pesar de la minuciosa busqueda que hacemos. Ya son más de las 6 de la tarde y las nubes han cubierto el cielo. Bajamos cansados adonde están las cosas para vivaquear, y comenzamos la tarea de preparación para dormir. No queremos bajar el embudo de noche y cansados, y aún guardamos la esperanza de hacer algo más al día siguiente.












18 de octubre. Una fría noche (-20°C) y con dificultades para hacer agua con

un calentador que falla, nos deja con energías sólo para bajar al campamento donde nos esperan nuestros compañeros. Somos concientes que sin haber podido hidratarnos, no estamos en condiciones de subir otra cumbre. Con Gabriel nos prometemos volver en otra oportunidad...

Cuando descendemos el embudo, nos alegramos de la acertada elección de no bajar la tarde anterior cansados y oscureciendo... Las pendientes sin ser difíciles, exigen mucha atención en el descenso con grampones.

A mediodía estamos en el campamento, donde nos felicitan los de la otra cordada, que tuvo que regresar debido al peligro de avalanchas con que encontraron su objetivo. Levantamos campamento y seguimos hacia la quebrada de la Jaula, donde llegamos a primera hora de la tarde. Allí festejamos con cerveza en un tardío almuerzo. En la noche gran fogón, y vivac mirando las estrellas y tomando mate.

19 de octubre. Temprano comenzamos a desandar la quebrada de la Jaula con mochilas de 32kg ... La técnica que pongo en práctica es la de caminar sin parar unos 50' y parar a descansar los hombros 10'.... Así vamos avanzando a buen paso al objetivo de este día de descenso que es el comienzo del encajonamiento del río. A primera hora de la tarde pasamos la quebrada que conduce al Aguila Blanca, y ya con las últimas luces, cansados y después de
algunos ladeos en empinados acarreos llegamos al sitio elegido para pasar la noche. En principio habíamos previsto el regreso en tres jornadas, pero después de ver lo mucho que avanzamos hoy día (empezamos a caminar a las 9 de la mañana y acampamos a las 20 hs) evaluamos la posibilidad de salir a la ruta mañana mismo...

20 de octubre. Cansados pero sabiendo que queda poco, nos preparamos para el duro día de descenso que nos toca. Comenzando con vadeo del río, ascenso por acarreo empinado, descenso entre grandes bloques, nuevo cruce del río, travesías por acarreos y barrancos de tierra dura, otro cruce del río, etc, etc. Ese día el "baile" comenzó a las 10 de la mañana y terminó a las 20 hs en la ruta... Como a las 22hs llega la traffic que llamó Pedro, y que recibimos como una bendición: realmente estamos cansados y llegar a dormir en casa después de una ducha parece un milagro!