domingo, 29 de agosto de 2010

PICO "PUNTUDITO" (4152), QUEBRADA NAVARRO

Continuando con las exploraciones de todas las cumbres cercanas a la ruta internacional, esta vez le tocó el turno a un "pequeño" pico de 4000 y pico. Bautizado a principios de los '90 por el eminente montañista chileno Evelio Echevarría, quien no pudo alcanzar su cumbre de roca descompuesta, recién fue ascendido por primera vez en el '96 por Glauco Muratti y compañeros del GRAM (Grupo Rosarino de Alta Montaña).














Con estos antecedentes, si bien el pico no era muy largo, sabía que lo complicado iba a estar en la última parte. Elegí subirlo por el sur, desde la Quebrada Navarro, dado que esa vertiente podría guardar buena nieve en este invierno tan escaso de precipitaciones. El domingo 29 de agosto empecé a caminar tarde, luego de dejar el auto al lado de la "Casucha del Rey".
Me esperaba una larga caminata hasta el pie de los neveros que conducen al pie de los peñones rocosos de la cumbre. El día se presenta muy agradable, con menos calor que la semana pasada. La escasa nieve caída vuelve a preocuparme una y otra vez en el crítico verano que deberemos vivir en la desértica Mendoza.


La nieve que encuentro en el valle está blanda pero más arriba cuando todos se empieza a empinar está especial para crampones y comienza la tarea de ganarle metros a la montaña. El sol va cayendo (empecé demasiado tarde!) y veo arriba el filo cumbrero que lo une al Santa Elena. En las sombras me empieza a dar frío, y aprieto el paso para terminar. Mientras subía había ido estudiando la travesía que debía hacer hacia el este sobre unas placas de roca descompuesta que no me inspiraron confianza, por lo que decidí nomás ir hasta el filo.












Una vez en el filo, lo remonto hacia el Este para encontrarme con la ingrata novedad de que por allí no es el camino de la cumbre: peñones de roca podrida tipo arenisca que se desarma de solo agarrarla me separan del punto más alto, que no está a más de 30m de desnivel y unos 100m de distancia... Por más que le busco la vuelta, termino pensando que he llegado al mismo sitio que habrá alcanzado Don Evelio hace casi veinte años en la primera exploración...

Bajo un poco por donde he subido buscando el camino que había pensado en principio, sobre las placas rocosas. Me acerco al pie de las mismas tratando de estudiar una ruta por algún canal que me evite la exposición para superar los resaltes que presenta. Por más que la estudio no me convenzo, sobretodo para el descenso que debería destreparlo... La incógnita quedará para otra vez, quizás si hubiera estado en otras condiciones (con más nieve dura en canales) podría haberse subido más cómodamente. Me resigno y sigo para abajo, las sombras del Santa Elena me van envolviendo, y la quebrada Navarro una vez más me tienta a seguir explorando sus rincones.









sábado, 21 de agosto de 2010

CERRO AGUAS SALADAS NORTE 4347m

La cordillera de los Andes esconde innumerables cumbres a descubrir por los amantes de la montaña. Algunas se encuentran cerca de la ruta internacional, quizás eclipsadas por otras más altas e imponentes. Empiezan a tomar relevancia cuando uno se pone a estudiar en detalle las fotos panorámicas tomadas en anteriores ascensos. Dando por resultado nuevos e interesantes desafíos para escalar con dificultades para todos los gustos. Tal es el caso de la cima ubicada al norte del Cerro Aguas Saladas, dentro del grupo de cumbres menores que rodean al Tolosa. Un "4000" sin información previa, sólo una cota altimétrica en los mapas, todo para ser descubierto.













Así es que un día de agosto, me decido a subir esta cumbre, entrando por la segunda quebrada después de las famosas cascadas de hielo. Dejo el auto en una gran playa de estacionamiento que existe al lado de la ruta a 2879m. Son las 9.40hs cuando comienzo a caminar rumbo a la entrada de la quebradita. Ésta se presenta encajonada al principio, con barrancos de tierra dura que arrojan piedras y cascotes en las horas de más calor. Menos mal que todavía hace frío y no cae nada. En una hora de marcha y trescientos cincuenta metros de desnivel ganados, el valle se abre y aparece al fondo el col que había estudiado en las fotos como vía de ascenso. Se ve bastante lejos, lo único que espero es que la nieve no esté acartonada...




Cerca del mediodía y después de alguna mortal travesía de nieve blanda, alcanzo la base del canal que baja del col. Mientras subo voy mirando repetidas veces hacia arriba atento a las caídas de rocas o hielo. En algunos tramos la nieve está ideal para los grampones y en otros me hundo hasta la rodilla. Sin perder tiempo voy acelerando el ritmo y a las 3 de la tarde he salido al col a 4156m. El filo es agudo y hacia el norte la visión al Aconcagua impresiona. Muy cerca el Tolosa dominando su corte de cumbres menores posiblemente sin ascensos.

















Desde el Col remonto el filo hacia el este en busca de la cumbre. En menos de una hora he alcanzado el punto máximo, donde había una pequeña pirca que había visto desde el Pico Leñas del Tolosa en el 2008. Desarmo el montón de piedras pero no encuentro testimonio para saber el nombre del Cerro. Previamente había estudiado minuciosamente todas las cartas a mi alcance y sólo aparecía una cota altimétrica. Esta cumbre es perfectamente identificable y accesible desde Confluencia, por lo que pienso que desde la vertiente norte debe ser más visitada. Dejo el testimonio con el nombre de "Aguas Saladas Norte", y luego de la sesión fotográfica que me brindará nuevos desafíos a estudiar, comienzo a bajar a las 5 menos cuarto.















En minutos nuevamente en el col y a comenzar la concienzuda tarea de descender el canal con grampones. La pendiente promedio debe andar en los 40° y un poco más en la salida. En una hora estoy abajo. Ahora "solo" queda desandar el vallecito hasta la ruta. La nieve ablandada por el calor del día aún no se endurece a pesar de ser casi las siete de la tarde, y más de una vez termino aterrizando con una pierna enterrada hasta el muslo... Apuro el paso en el "cajón" de la entrada, donde cada vez hay más huellas de caídas de piedras. Con las últimas luces alcanzo la ruta, mientras la luna aparece sobre el Cordón de la Jaula.