jueves, 21 de febrero de 2019

PRIMERA ASCENSIÓN AL CERRO BASTIÓN, 5625m

"EL ÚLTIMO BASTIÓN" 

Ascenso al cerro más alto de la Cordillera del Agua Negra, San Juan

Tener siempre proyectos de ascensión por diferentes zonas nos permite armar “de rompe y raja” una alternativa al plan original. Y esta ascensión en la vecina provincia de San Juan surgió de esta manera. Los impedimentos burocráticos primero y el clima inestable de la zona del cordón del Tigre hicieron que nos decidiéramos por la siempre amable alta montaña sanjuanina.La idea es intentar un “cincomil” que ha pasado injustamente desapercibido por los montañistas y viajeros del paso de Agua Negra. A pesar de tratarse del cerro más alto del cordón de montañas que sirve del límite a la quebrada de Agua Negra, por donde transcurre la ruta nacional n°150, no le conocíamos ascensos previos. Desde hace diez años atrás, cuando comencé a recorrer esta zona, también detuve la vista en este cerro. Su aspecto altivo y poco tentador de largos pedreros hizo que lo fuera postergando por otros objetivos más llamativos. Con el paso de los años, fui ascendiendo el resto de las cumbres, teniendo la posibilidad de bautizar algunas, como el “Cabot”. Otras me exigieron más de un intento para alcanzarlas, como el Majadita. Pero de ésta en particular no había encontrado ningún dato concreto; sólo que cada vez me llamaba la atención por su altura y prominencia. Era cuestión de juntar las ganas necesarias para encarar esas empinadas pendientes de acarreo y sacarse todas las dudas.
Ruta de ascensión por la cara Oeste
Río de la quebrada del Agua Negra
Asado y vino, para empezar
Preparando el vivac con luna
Comenzando el ascenso
Poniéndonos a prueba
Alcanzando los 5000

Recompensa
El próximo?
El Tapado, en Chile
Sobre los 5500, las últimas pendientes
Falta menos
El Tórtolas, nuestro vigía
Recorriendo el filo cumbrero
Cumbre y pirca
  Y el momento adecuado parecía haber llegado: hace varios meses que no voy a la montaña, estoy bien entrenado y la motivación está a pleno. Mis compañeros, Sánchez & Sancho están en la misma sintonía, así que bastan unos mensajes de WhatsApp para coordinar los detalles.
El sábado 16 de febrero a las 11 de la mañana recién estamos poniendo rumbo al norte. Un día caluroso nos acompaña para cruzar el desierto entre las dos provincias y recién a las primeras horas de la tarde llegamos a “Pircas Negras” a 3800m, sitio elegido para pasar la noche. El plan es muy sencillo, al estilo de la ascensión al San Lorenzo, pernoctar a menos de 4000m y al otro día aproximar con el vehículo hasta el punto más cercano al objetivo y hacer el ascenso “en el día”. Así es que el resto de la tarde nos ponemos al día con la charla, mientras el fuego del asado se hace presente y el vino mendocino nos calienta el paladar. No tardamos mucho en enfundarnos en las bolsas de dormir, mientras la luna creciente comienza a encandilarnos.
A las 5:30AM comenzamos con los preparativos. La madrugada no se presenta muy fría y nos permite desayunar cómodamente mientras guardamos todas las cosas del vivac. Recorremos varios kilómetros con el vehículo hasta llegar a la curva del camino al pie del glaciar de Agua Negra a 4450m de altura. Nos ponemos las botas y alistamos las mochilas con suficiente líquido. A las 7:40AM partimos a encarar nuestro cerro.
El día se presenta impecable tal como anunciaba el pronóstico, aunque por la orientación de la ladera faltarán algunas horas para que nos caliente el sol. Los primeros metros le insistimos a Lito que baje el ritmo, ¡estamos a mucha altura para comenzar tan enérgicamente! Personalmente hace más de 6 meses que no salgo a la montaña y casi 4 años que no supero los 5000m, así que hoy va a ser un día interesante para ver cómo responde el cuerpo.
Al cabo de dos horas, ya nos encontramos próximos a los 5000m, luchando con la inestabilidad de los acarreos. Pero nuestra motivación es mayor así que cuando no encontramos el terreno óptimo por aquí, lo hallamos por allá…
Finalmente y poco antes del mediodía salimos al “hombro” un rellano en el contrafuerte que tomamos como vía de ascenso. Estamos a 5250m y el entusiasmo nos invade: vemos relativamente cerca el altivo filo cumbrero, por lo que nos damos un anticipo del almuerzo a modo de recompensa. Antes de llegar a este punto encontramos unas estacas de hierro oxidadas. Suponemos que son las utilizadas a modo de tensores para algún tipo de poste. Este rellano parece haber sido alguna vez un paso entre la quebrada de Agua Negra y la que está situada al norte, y estos restos el material utilizado por mineros o topógrafos. Sin demorarnos mucho y gozando de los innumerables cerros que aparecen a diestra y siniestra volvemos a retomar la marcha. Un extenso y monótono pedrero nos va haciendo ganar altura. Pero nada es lo que parece en este cerro, y a pesar que sabemos que su máxima altura está a poco más de 5600 y que ya hemos superado los 5400, aparecen uno y otro morro con pinta de cumbre que nos hacen ir desengañándonos una y otra vez.
Una vez alcanzado un morro, aparece detrás un rellano, una lagunita o un nevé, y el siguiente morro más alto detrás. Son cerca de las 2PM cuando ya parece ser que estamos encarando las últimas pendientes. Cuando salimos arriba, queda aún un largo filo. Mientras lo recorremos, en uno de los morros encontramos varias piedras apiladas, hasta este punto parecen haber llegado nuestros antecesores. Pero el punto más alto se ve aún lejos y sin dudarlo seguimos recorriendo el filo. Medio kilómetro más al Este finalmente está el punto más alto de la montaña. No hay nada más que subir, ¡nos podemos dar ese abrazo de la tarea cumplida! 

La cumbre es bastante plana y no encontramos ningún rastro de anteriores ascensos. Las rocas de pequeño tamaño nos obligan a trabajar un rato para fabricar la pirca cumbrera. También nos lleva tiempo fotografiar todo el paisaje circundante que como siempre es la recompensa de conocer lugares nuevos.
El gps después de “estacionarlo” un tiempo prudencial, marca 5625m. Sólo falta definir el nombre que proponemos para este cerro. Y entre varios, prevalece el de “Bastión” propuesto por el inagotable Lito. Para nosotros este cerro es un bastión que ha permanecido intacto como una fortificación defendiendo el punto más alto de este cordón de montañas… Una hora ha pasado desde que llegamos a la cumbre cuando recién nos disponemos a sacar las clásicas fotos de la cordada y comenzar el largo descenso. Vamos desandando uno a uno los morros y antecimas, mientras nuestra vista se pierde en los interesantes objetivos que tenemos a mano. El terreno no es tan grato como esperábamos para descender y debemos seguir poniéndole motivación a la actividad hasta el último minuto. Y concluir con la pregunta de “¿Cómo se nos ocurrió subir por acá? El entusiasmo, la energía y el frío de la mañana hacen ese cóctel explosivo capaz de encarar cualquier pendiente de rocas sueltas…hasta las más ingratas. Once horas después de haberlo dejado, volvemos al vehículo, cuando las sombras de los cerros van cubriendo el valle. Muy contentos de la ascensión realizada y el hermoso día vivido en la montaña. Solo resta descender hasta el lugar de vivac, para disfrutar de los restos del asado y brindar por esta nueva cumbre, pero lo más importante, ¡para seguir planeando las que nos faltan conocer!
Autofoto
Largo descenso
Arroyo del Glaciar del Agua Negra
Tarea cumplida, el cerro detrás