jueves, 25 de febrero de 2010

ASCENSIONES EN EL PASO DE AGUA NEGRA

A fines del 2009, recibí un mail de Marcelo Scanu invitandome a una expedición en la zona del Paso de Agua Negra para los primeros días de febrero de 2010. Esa zona yo la conocía desde el 2008, cuando fui a aclimatar para intentar el Nevado Excelsior en el Cordón de la Jaula y también cuando intentamos con mi hermano Federico el Nevado Olivares, gigante de 6250m, llegando a los 6025m habiendo salido desde los 4300m....relato que merece ser alguna vez publicado en este blog...








La idea es hacer unas cumbres aparentemente sin ascensos que se encuentra al Este del Olivares del Límite, otro 6000m de impresionantes glaciares. Dichas cumbres rondan los 5800m. Al principio iban a ser de la partida más integrantes, pero cuando se acerca la fecha, sólo somos nosotros dos.
El sábado 6 de febrero llego después de almuerzo al refugio de la DPV en Arrequintín, donde está Marcelo desde hace una semana aclimatando. La tarde transcurre entre charla, caminata y preparativos para el asado de la noche.
El domingo 7, los "viales" nos llevan en su camioneta hasta la quebrada San Lorenzo a 4200m. Allí mismo donde nos dejan acampamos, para comenzar la aclimatación. El tiempo se presenta bueno, pero bastante ventoso.
Lunes 8 de febrero, partimos hacia el oeste por la Quebrada San Lorenzo. Luego nos desviamos por otro afluente que aparece en la margen sur, justo donde se descuelgan impresionantes morenas de grandes bloques, al pie del Cerro Bifurcación. Subimos por esta quebrada hasta los 4625m, donde preferimos acampar para lograr una buena adaptación a la altura.


Martes 9 de febrero, luego de una noche donde sentimos algun malestar por la puna, decidimos permanecer a esta altitud hasta mañana. Avanzada la mañana y para mover un poco las piernas, decido ir al Cerro Bifurcación, cumbre de 5240m, ubicada al norte del campamento. Comienzo a subir por el filo sur a las 11 hs. En dos horas y media alcanzo la cima, luego de recorrer un filo cumbrero de casi 1km de largo. Una excelente visión de montañas en un día sin nubes me entretiene por más de una hora. Bajo haciendo una travesía por la ladera oeste y llego al campamento a las 16hs. Almuerzo tardío y a gozar de los últimos rayos de sol, que cuando éste se esconde, se vive el contraste con el frío nocturno. Esta diferencia entre el día y la noche quizás se note más que en Mendoza. A 4600m durante el día podíamos estar de camiseta mangas cortas, pero apenas el sol se oculta hay que ponerse el "plumón".












Miércoles 10 de febrero. Levantamos campamento con rumbo al Portezuelo del Olivares. Este portezuelo a 4900m fue utilizado por una columna del Ejército Libertador a cargo del Comandante J.M. Cabot en 1817, descendiendo más de mil metros a otro valle situado al sur para volver a subir al "Portezuelo de Guana" y llegar a Chile. De esta forma sorprendían a los españoles que los esperaban por el Paso de Agua Negra.
Luego de una hora y media de marcha, alcanzamos los 4844m donde nace el arroyo. El portezuelo está cerca, pero al no haber agua en el mismo preferimos acampar aquí. La tarde transcurre en preparativos para (por fin!) el día de cumbre. A decir verdad no estoy acostumbrado a hacer jornadas tan cortas ganando altura, pero todo sea por una eficiente aclimatación. En principio teníamos idea de acampar en un rellano a 5200m que habíamos visto en Google Earth, pero la mochila que trae Marcelo es un castigo del cielo y seguir más arriba con la carga no es negocio. Decidimos atacar la cumbre desde aquí. Yo había estudiado otra cumbre, más alta, que está ubicada un poco más al sur, siendo mi principal objetivo. Marcelo tenía decidido que era suficiente para él alcanzar la primera cumbre, a la cual le venía echando el ojo desde hacía tiempo.







Esa tarde la aprovecho para ir hasta el portezuelo y estudiar la ruta del día siguiente. Durante la caminata no dejo de asombrarme de la impresionante pared este del Nevado Olivares. Una vertiente de varios kilómetros de extensión cubierta de glaciares con seracs colgantes... Todo un desafío para próximas visitas!!!




Jueves 11 de febrero. A las 7 de la mañana comenzamos la marcha hacia la cumbre. El día, impecable como todos los anteriores (¿hay nubes en san juan?), nos augura un ascenso tranquilo. Al principio vamos ganando altura suavemente hasta llegar al rellano de los 5200m. Desde aquí, el cerro presenta un pedrero que puede ser nuestra perdición... Resulta ser un terreno bastante firme y junto con la escasa nieve que queda de la tormenta de semanas atrás, permite un paso constante. Cada uno va a su ritmo, yo prefiero andar una hora y descansar 10'. Me siento en plena forma y bien aclimatado.










Cuando salgo al filo le grito a Marcelo que viene más atrás, que voy a seguir a la cumbre más alta. Me entretengo un poco sacando fotos para todos lados y continúo hacia el sur. Morros y rellanos componen el filo, hasta que se ve la primera cumbre. Me decido a subirla para ver el camino que me resta hacia la otra más alta. Son las 12 en punto cuando llego arriba. No encuentro testimonios anteriores, ni restos de pircas. Saco fotos, tomo la altura con el gps, me da 5793m y hago una pirca. Estudio en detalle el camino que sigue, y veo que debo descender al menos trescientos metros de altura, esquivando más morros y nevés, recorriendo casi 4 kilómetros de distancia. Se hacen las doce y media, y a pesar de estar en buen estado para intentarlo, me doy cuenta que la otra cumbre es más accesible desde la Quebrada San Javier que desde aquí mismo, y que de continuar lo más probable es que vuelva al campamento de noche. Prefiero esperar a ver si llega Marcelo que viene más atrás. Aprovecho para seguir sacando fotos y estudiando futuros objetivos...
Cuando casi son las 14hs y estoy preparandome para comenzar el descenso, veo que viene llegando Marcelo. Lo espero en la cumbre hasta que llega. Más fotos, comprobante de cumbre con el nombre elegido por Marcelo: "Presidente Perón", y luego de aclarar en el testimonio quién es el responsable en la elección del nombre, comenzamos el descenso. Marcelo había elegido el nombre por ser Perón el presidente que apoyó el montañismo allá en la década del cincuenta, con la primera expedición argentina al Himalaya y la construcción de refugios en el Aconcagua. Yo personalmente si bien rescato estos hechos, creo que hay personajes más valiosos y olvidados para ser homenajeados con una cumbre. Pero respeto su decisión. Ya habrán nuevas cumbres para bautizar, como aquella más alta que espera ser subida para llamarla "Comandante Cabot".
Bajamos rápidamente por los pedreros y temprano llegamos al campamento. A mí me entra la duda de si hubiera sido posible seguir a la otra cumbre. Ahora hay una excusa para volver pronto por estos lados... Esa noche me decido por un vivac bajo las estrellas, mientras el glaciar colgante del Olivares nos vigila.
Viernes 12 de febrero. Tarde y pensando en las lentejas que quedaron a 4200m comenzamos el descenso, que se hace más corto de lo pensado, aunque terminamos saturados de "patear" piedras por el camino minero. Tarde ventosa y de charla con el famoso guiso de lentejas entre manos.
Sábado 13 de febrero. A las 11 de la mañana vienen los viales a buscarnos. Almuerzo en el refugio y Cecilia nos busca después de comer. Viaje de regreso a San Juan, donde queda Marcelo en casa de Antonio Beorchia, pionero del montañismo sanjuanino, y nosotros seguimos hasta la casa de mi hermano Federico en Pocito, donde nos espera con un asado.

Aclimatación para expedición en San Juan

A principios de febrero tenía pensado ir a San Juan al Paso de Agua Negra. Por lo que era indispensable llegar aclimatado. En esta zona uno alcanza más de 4000m en vehículo por lo que inmediatamente se siente la "puna".







Falta poco para partir a San Juan, y el trabajo y los compromisos familiares no me han dejado mucho tiempo para salir a la montaña, por lo que un día entre semana, parto raudamente a Vallecitos, donde me "programo" para caminar hasta la máxima altura que llegue en 4 horas. Lo más práctico es subir hacia la "Ollada" del Plata. La caminata comienza a las 9 de la mañana y en poco más de 4 horas he completado 2000m de desnivel alcanzando los 4900m en el Portezuelo Lomas Amarillas. Rápidamente comienzo a bajar, dandome por satisfecho: esta tarde tengo reunión de trabajo en Lavalle.

Un poco de escalada...




Después de una primavera intensa de montaña, llegó el verano con tiempo para estar más relajado, calor, pileta, y porque no algo de escalada! Bastó un mensaje de Sol para que armaramos algo aunque sea por el día a Arenales. La idea es hacer "clásica" o sea escalada de autoprotección. Partimos temprano de Mendoza, y una vez en el puente del Cajón enfilamos hacia la bien conocida Aguja Campanile. Esta aguja presenta varias vías de dificultad media que permiten la práctica para quien está haciendo sus armas en este tipo de escalada. Luego de un par de horas de entrada en calor subiendo más de 600m de desnivel desde el auto, toca probar bocado y empezar a escalar. El día se presentó despejado, pero para que no olvidadáramos que estamos en verano, nubes revolotean desde el valle y cubren algunas cumbres.

Hace varios meses que no escalo, y me tomo mi tiempo para "leer" un poco por donde va "Sangre de Edén", vía de V+ que fuera la primera que hice en esta aguja. Encaro sin dudar por el las típicas fisuras del comienzo, pensando en el 1° relevo donde hay un viejo "friend" encajado en una grieta. A medida que voy subiendo desconozco un poco los pasos, y me veo en un "canalizo" que subo tipo chimenea. Más arriba veo unos cintajos y un clavo de alguien que se pegó la vuelta... Es que desde aquí lo que sigue excede mis capacidades! Un diedro desplomado intimida bastante. Decido hacer el relevo aquí mismo y le pego un grito a Sol para que venga. Un rato más y decidimos rapelar y volver a dar con el comienzo de la vía antes que improvisar una travesía sobre placas inasegurables. Nuevamente en el col, pude observar cual fue el error que me llevó a desviarme hacia la derecha. Con la pérdida de tiempo, decidimos escalar sin tener intenciones de llegar hasta la cumbre, para no andar rapelando contrarreloj. Sol prueba ir equipando de primero de cuerda, y más arriba cuando no se siente segura, voy a relevarla. Vienen los pasitos de V que equipando se hacen agradablemente, siempre con posibilidades de reposo para emplazar bien los anclajes. Hace mucho que no hacía esto y realmente lo disfruto. Minutos más tarde llega Sol, disfrutamos de la tranquila tarde desde el relevo limpiando la instalación de rappel de cordines y cintajos. Una vez en el col, apuramos el descenso hasta el auto planeando nuevas escaladas.