viernes, 12 de agosto de 2011

Un poco de escalada y esquí (de vuelta al pago)

Una llamada por teléfono bastó para comenzar a planear algo. Por fin ha nevado algo en la cordillera y no hay que desaprovecharlo. Pero el paso internacional ha estado cortado los últimos días y no sabemos que nos vamos a encontrar en la ruta. Bah! si sabemos: 3000 camiones tratando de cruzar a Chile. Es por eso y además por el clima medio inestable, que Mijel propone un programa de "multiactividad": llevar equipo para escalar en roca y de esquí, actividad que se ha vuelto cada vez más difícil de practicar por las escasas nevadas de los últimos dos años. También es de la partida Malevo, buen escalador (¡con nada menos que un reciente Fitz a cuestas por la Affanasief!) y mejor esquiador. Con estos dos "profesores" no me queda otra que apretar!. El primer día hacemos parada en Potrerillos, sector de escalada que aún no había podido probar. Comenzamos la sesión con un 6a (de "promo" según Malevo) y con otro 6a+ (también de re-promo). Ahí nomás pasamos a un 6b que nos exige un poco más, pero contento porque todos salen a vista. Después toca un 6c que Mijel resopla al primerear, cosa que nos preocupa con Malevo. Éste le hace un "pegue" y queda justo en el crux de la ruta en un largo paso lateral entre la tercera y cuarta chapa. Baja dejando la cuerda ahí, cosa que yo encaro en top rope hasta ese punto. Le hago un encarada y después de un intento fallido sale el paso apretando pequeños agarres que te ponen medio loco. Por último un 6a que ya me encontró medio cansado y que se me resiste al principio. No hay más tiempo, nos despedimos de los chicos que nos habíamos encontrado y partimos hacia Uspallata. Parada de reaprovisionamiento y seguimos hasta la entrada de la quebrada Navarro, más allá de Horcones.
















Allí continuamos con la segunda parte del día: práctica de rescate de avalancha (uso del arva) a cargo del profe Mijel. Así que dejamos el auto y partimos con los esquíes. En el fondo de la quebrada del Cuevas, comenzamos la tarea. Quedamos cansados de correr, enterrar, buscar, remover nieve, pero la práctica bien vale la pena. Y tomamos conciencia que debiéramos dedicar siempre un tiempo a realizarla. Cae la tarde y volvemos a Puente del Inca, donde en el bar del "Roque" reponemos energía con dos pizzas y una cerveza.





























Luego de una cálida noche que disfrutamos vivaqueando en la entrada de la quebrada Colorada, volvemos a la Navarro. La idea es subir el Puntudito, pico de 4000 que está justo en la entrada. Pero el viento que sopla en las cumbres nos hace decidir por un objetivo alternativo: nos vamos para el valle de Horcones que está más protegido.















Remontamos los primeros kilómetros hasta la Laguna y nos tentamos en subir las clásicas "lomas" (morenas pleistocénicas) que están al lado. Encaramos la primera subiendo por el borde. Una vez arriba toca hacer el test de nieve y avalancha.

































Mijel procede a realizarlo mientras nos explica con todo detalle. La ladera que pensábamos bajar no está muy estable y nos conviene bajar por donde hemos subido. Mijel baja primero, haciendo gala de su ya impecable técnica. Lo sigo yo que tengo en mente sólo una consigna: "realizar un descenso controlado". Malevo viene cerrando atrás. Después de este primer descenso quedamos bastante contentos con el estado de la nieve. Seguimos rumbo al puente del Durazno, y más adelante nos vuelve a tentar otra pendiente. Este segundo descenso es mejor debido a una pendiente más pronunciada y el estado de la nieve. Tan es así que volvemos a subirla para realizar un otra bajada.



















Después seguimos la marcha hasta el puente el Durazno, donde descansamos un rato mientras comemos algo. La quebrada del Durazno que está justo enfrente se muestra como un "caos avalanchoso"! Nos decidimos a volver remontando una suave ladera que nos deposita sobre las mismas morenas que hemos estado esquiando. Ganamos altura zigzagueando suaves pendientes hasta terminar encima de las "lomas". Buscamos otra ladera y encaramos el último descenso del día. Cada uno según su capacidad técnica lo va disfrutando a su manera: Mijel dando elegantes curvas, yo con una aparatosa caída en la primera curva (nunca había encarado una pendiente tan empinada!) y Malevo también con otra caída como para no desentonar conmigo...






























Finalmente aprovechamos el envión de la última bajada para atravesar la laguna helada y poner rumbo al auto. En pocos minutos se va terminando otro día más de esquí en la montaña. Volvemos contentos de haber disfrutado este paisaje único y su soledad invernal, mientras el Coloso no se dejó ver en ningún momento oculto siempre en una tromba de nubes.

3 comentarios:

  1. Hola, vengo mirando tu blog seguido, la expedicion a la jaula, vallecitos en un dia y el intento del excelsior es lo que mas me sorprendio.

    Justo vi este ultimo post, yo anduve ahi una semana antes exactamente, intentando escalar en hielo, mucha mucha nieve. avalanchas, asi que nos bajamos de puente del inca a polaveredas y ahi tuvimos un poco mas de suerte hay unas cascaditas hermosas.

    Me gustan las expediciones, hice 2 al hielo continental, ambas de mas de 7 dias. Por eso me resulta muy interesante el excelcior y su aproximacion de muchos dias. No descarto intentarlo algun dia.
    Bueno, segui asi, groso lo q haces.

    Salu2
    Augusto

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  2. Augusto: eso vimos con los chicos, mucha nieve caída en una sola nevada, todo muy inestable y una sola cascada formada ("Zona Peligrosa"). Habrá que esperar que haga frío de nuevo para que esta nieve se convierta en una buena base y que caiga otra nevadita!
    Esas expediciones para mí son la esencia del montañismo! Yo por mi parte espero hacer alguna vueltita al Hielo algún día!
    Saludos

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  3. Enjoy them, Pablo!
    I've really missed them.
    leila

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