sábado, 18 de diciembre de 2010

PRIMER ASCENSO AL CERRO VISERA 4324m / VISERA PEAK FIRST ASCENT (14186ft)

English summary: Cerro Penitentes range, known by those who visit Aconcagua, offers some showy rock peaks. Yet, most of these peaks lack names in official maps. One has been called "Cerro Visera" by Victor Ramos in the book "Geología del Aconcagua" (Aconcagua Geology). The Cerro Visera approach is very complicated; the summit es surrounded by a rock wall barrier with only one pass that reaches the high valley. This posed difficulty is the reason why it hasn't been climbed yet. On December 12th 2010, I left "Los Penitentes" Ski Centre (2589m, 8494ft) at 8:30AM. I crossed Cuevas River using a bridge, and climbed a little "col" by the Visera Creek valley entrance. I climbed this valley for nearly three hours and crossed a narrow gorge until I found an exit to the high slopes of the peak. After that, I traversed two kilometers following a south-east direction, I passed the rock wall and then climbed the very steep slopes under the summit. I reached the top (4324m, 14186ft) a few minutes before 5:00PM, eight hours after I left the car. At the top I left a paper explaining the origin of the peak's name (as it appears in Aconcagua Geology). Four hours later, I returned to "Los Penitentes" Ski Centre.



Exploración de una llamativa cima al sureste del Cerro Penitentes Cuando regresé del Cerro "Guimón" debía confirmar si realmente la cumbre que había subido tenía ese nombre. Así es que inmediatamente me puse en contacto con la persona que había hecho la primera ascensión llamándolo de esa manera, y también con las personas que en algunos mapas lo llaman "Limón". Fernando Santamaría, el primer ascensionista, me confirma vía facebook que la cumbre que bautizaron es la que yo había subido. Por otro lado, Javier Robello, autor de un mapa del Cerro Penitentes, se compromete en averiguar el porqué del nombre "Limón" ya que según me comenta, desde que recorre aquella zona lo conoce con ese nombre aunque no sabe el origen. Queda solamente confirmar lo que supongo ha sucedido: un testimonio ilegible que ha llevado a la confusión de nombres...Al domingo siguiente, me propongo explorar las cumbres rocosas ubicadas al sureste del Penitentes, unos 3 km al Este del Guimón. De esas cumbres no tenía información, pero vía mail, Glauco Muratti desde Rosario me comenta que al menos una es mencionada como "Cerro Visera" en el libro "Geología del Aconcagua" de Victor Ramos.











Una semana después de ir al Guimón decido ir a explorar la zona entrando por el pequeño portezuelo ubicado al sur de la Villa Los Penitentes, y que me sirvió de vía de acceso al Obispo años atrás. Esta vez me propongo recorrer el Arroyo que viene del Visera hasta las nacientes, en busca de algún paso que me conduzca a la parte alta de la montaña. A las 8 y media de la mañana comienzo la marcha, luego del consabido viaje de madrugada desde la ciudad de Mendoza.
Marcho a paso firme y constante; en estas salidas donde reina la incertidumbre hay que tratar de disponer del máximo tiempo posible. El tiempo se presenta despejado y muy frío, debido al ingreso de un frente del Pacífico días atrás. A 3200m la escarcha cubre el exiguo hilito de agua en que se ha convertido el arroyo Visera en esta temporada tan seca. La pequeña quebrada se va encerrando cada vez más, y lo que parecía tan obvio en Google Earth aquí se vuelve complicado. Voy devorando metros de quebrada y van apareciendo más y más recodos, curvas y afluentes. Hacia el mediodía estoy rodeado de grandes paredes de rocas que se desgranan al mejor estilo "Fisher Tower", hermosas para las fotos pero que en este momento sólo me hacen pensar que quizás hoy no alcance a encontrar el camino a la cumbre.






Cuando llevo casi 5 horas de marcha, y todavía a 3700m, me encuentro en una "trifurcación" o sea tres afluentes que confluyen más o menos en un mismo punto. Elijo seguir en la que creo me conducirá a la base del Cerro. Más arriba se vuelve a dividir y vuelvo a elegir con el mismo criterio. Pero una gran falla rocosa, que creo es la "falla Penitentes" según el libro de Ramos, va atravesando desde una margen hacia la otra, según las típicas formaciones de esta parte de la Cordillera. Cuando me acerco veo que el arroyito forma una "cascadita". Me acerco buscando algún punto débil para sobrepasar esta dificultad. Pero lo que se veía de lejos como no muy alto, una vez al pie, el resalte rocoso forma una "panza" y tiene al menos 4m de altura. Veo dos posibles "vías" de escalada en este conglomerado que se desgrana, pero ninguna de las dos es menos de un V+. Las estudio de cerca y en realidad no es más que un "boulder" pero mi preocupación pasa por el descenso. Si "apretando" desde dos buenas tomas para manos encaro la pared y luego de dos pasos estoy arriba... como haré más tarde para bajar? Destrepar este resalte no parece muy fácil.






Después de dudarla unos minutos, tomo una decisión "conservadora": me vuelvo sobre mis pasos hasta el último afluente que se abría al oeste. Cuando subía había podido observar que este afluente aparentemente tenía salida a unas pendientes herbosas que aparecen sobre la "falla Penitentes". Una hora más tarde he superado la falla y ya tengo a la vista el Visera. Pero todavía falta otro obstáculo: un segundo escalón rocoso que rodea las dos cumbres elegidas. Lo único que espero es poder pasar justo por donde escurre el arroyito de la alta cuenca que forman las dos cumbres .






Esta vez parece que la suerte está de mi lado y la barda rocosa se haya totalmente erosionada en el punto donde escurre el arroyo , permitiendo pasar sin problemas. Ya son casi las 15hs y me encuentro a 4000m. Ahora lo que resta es una empinada ladera de material suelto que en la parte superior se agudiza y aflora el estrato rocoso. Emprendo una marcha concienzuda para no demorarme, encarando hacia el peñón rocoso donde supongo es el punto más alto. En menos de una hora estoy arriba justo en el punto más alto de esta cresta rocosa que desploma verticalmente hacia el este. Busco infructuosamente algún rastro de antiguos ascensionistas entre el material rocoso que se desgrana, y no encuentro nada. Parece que este cerro recibió el nombre desde abajo por los geólogos pero ocupados por otras motivaciones, no llegaron hasta aquí. Luego de las fotos, armo una pequeña pirca al borde de la pared rocosa y guardo el testimonio en un pequeño tubo plástico. Antes de bajar recorro los peñones más bajos del mismo filo buscando algún rastro humano pero no hay nada.




Comienzo el descenso por el empinado pedrero, apurando el paso donde el terreno lo permite. Más abajo me espera una larga y tediosa marcha por la quebradita. Desde aquí arriba se puede ver el laberinto de curvas y contracurvas que ésta presenta.







Ya nuevamente en la quebrada, debo apurarme a salir con la última luz solar de este interminable laberinto: una vez superada una curva siempre aparece una nueva atrás! Con las últimas luces a las 20:45 voy alcanzando el portezuelo. Sé que desde allí solo queda una cómodo descenso por las huellas del ganado que usa la quebradita del Visera para la veranada. Finalmente, casi trece horas después, llego al auto contento de conocer una nueva cumbre de la cordillera.

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