jueves, 25 de febrero de 2010

Un poco de escalada...




Después de una primavera intensa de montaña, llegó el verano con tiempo para estar más relajado, calor, pileta, y porque no algo de escalada! Bastó un mensaje de Sol para que armaramos algo aunque sea por el día a Arenales. La idea es hacer "clásica" o sea escalada de autoprotección. Partimos temprano de Mendoza, y una vez en el puente del Cajón enfilamos hacia la bien conocida Aguja Campanile. Esta aguja presenta varias vías de dificultad media que permiten la práctica para quien está haciendo sus armas en este tipo de escalada. Luego de un par de horas de entrada en calor subiendo más de 600m de desnivel desde el auto, toca probar bocado y empezar a escalar. El día se presentó despejado, pero para que no olvidadáramos que estamos en verano, nubes revolotean desde el valle y cubren algunas cumbres.

Hace varios meses que no escalo, y me tomo mi tiempo para "leer" un poco por donde va "Sangre de Edén", vía de V+ que fuera la primera que hice en esta aguja. Encaro sin dudar por el las típicas fisuras del comienzo, pensando en el 1° relevo donde hay un viejo "friend" encajado en una grieta. A medida que voy subiendo desconozco un poco los pasos, y me veo en un "canalizo" que subo tipo chimenea. Más arriba veo unos cintajos y un clavo de alguien que se pegó la vuelta... Es que desde aquí lo que sigue excede mis capacidades! Un diedro desplomado intimida bastante. Decido hacer el relevo aquí mismo y le pego un grito a Sol para que venga. Un rato más y decidimos rapelar y volver a dar con el comienzo de la vía antes que improvisar una travesía sobre placas inasegurables. Nuevamente en el col, pude observar cual fue el error que me llevó a desviarme hacia la derecha. Con la pérdida de tiempo, decidimos escalar sin tener intenciones de llegar hasta la cumbre, para no andar rapelando contrarreloj. Sol prueba ir equipando de primero de cuerda, y más arriba cuando no se siente segura, voy a relevarla. Vienen los pasitos de V que equipando se hacen agradablemente, siempre con posibilidades de reposo para emplazar bien los anclajes. Hace mucho que no hacía esto y realmente lo disfruto. Minutos más tarde llega Sol, disfrutamos de la tranquila tarde desde el relevo limpiando la instalación de rappel de cordines y cintajos. Una vez en el col, apuramos el descenso hasta el auto planeando nuevas escaladas.

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