domingo, 25 de octubre de 2009

EXPEDICIÓN CORDÓN DEL PEINE 2009

Una cumbre y un homenaje

Varios meses de preparación fueron necesarios para esta expedición al Macizo de la Jaula, sector Cordón del Peine, y que tenía como objetivo rendir homenaje a Federico Campanini, fallecido en el Aconcagua el verano pasado. El autor de esta iniciativa fue Gabriel Barral, montañista de Buenos Aires, que conocí hace varios años atrás cuando ingresó con Federico a la Jaula en 2004.

Hoy la mejor manera de rendir homenaje al amigo que ya no está es volviendo por las montañas que también él conoció, y bautizar una cumbre con su nombre. Un grupo de amigos de Gabriel somos los participantes de esta iniciativa.
El domingo 3 de octubre de 2009, subimos con Gabriel y Pinki (Juan Pablo Scarpa en el DNI) a hacer un "porteo" de más de 30kg cada uno, desde Vallecitos hasta el campamento EL SALTO (4200).

Jueves 8 de octubre. Estamos al fin todo el grupo reunido en el refugio de la UNC en Vallecitos. Los integrantes de la expedición son: Gabriel Barral, Pedro Rossell, Juan Pablo Scarpa, Javier Gutiérrrez, Alcides Massa y yo. En el refugio ordenamos el resto de la carga, y repartimos parte de la misma a los tres porteadores contratados para que lleven 20kg cada uno hasta EL SALTO.
















Viernes 9 de octubre. Cada uno de nosotros también parte con más de veinte kilos en la espalda. Esto realmente nos preocupa, ya que cada vez son más los kilos de carga acumulados en el Salto y que tendremos que subir al Col Vallecitos-Plata, después bajar al fondo de la Jaula y finalmente transportar por toda la quebrada de la Jaula hasta la desembocadura en el Río Mendoza.... En total fueron 263 kilos que moveremos entre 6 personas...

10 de octubre. Partimos con 25kg cada uno para dejar en el Col Vallecitos-Plata (5200). El tiempo se presenta nublado y frío. La subida se hace dura, debido a que recién estamos aclimatandonos. Después de la Ollada, comienza a nevizcar. La temperatura baja y seguimos rumbo al Col. Más allá del Portezuelo del Lomas Amarillas, la nevada se intensifica por momentos. Gabriel y Pedro van adelante llegando al Col del Vallecitos, Pinki y yo vamos en el medio y atrás han quedado Alcides y Javier. Después de más de 6 horas desde el campamento, llegamos. Ráfagas heladas nos castigan mientras protegemos la carga con piedras. Más abajo nos encontramos con los chicos que vienen atrás. Gabriel, Pedro y Pinki toman la carga que traen y la suben al Col, mientras yo voy bajando con ellos. Al campamento llegamos después de las 18hs, molidos y muertos de frío. Pero esa noche la montaña nos tiene preparada la bienvenida y después de cenar comienza a soplar un viento violento y destructor que nos obliga a estar sentados tirandonos sobre las paredes de la carpa que se vienen encima. Para colmo de males, a las dos de la mañana, una de las carpas vecinas a la nuestra, se destruye por lo que damos "asilo" a uno de los infortunados ocupantes. Resultado: 5 personas en una carpa de 3, intentando dormir después de una dura jornada de porteo bajo las ráfagas del viento que no amaina...











11 de octubre. Al día siguiente si bien se presenta despejado, de más está decir que fue de descanso, luego de tan tremenda noche. Aún el viento levanta la nieve en los altos filos y eso nos preocupa: esperemos que cuando tengamos que volver a subir no suframos los embates de la noche anterior...

12 de octubre. Es el día decisivo del cruce a la Jaula. Temprano partimos con la carga que queda aquí, rumbo al Col del Vallecitos, donde nos espera el resto de los kilos. El día es espléndido, ni una nube y el viento se apiada de nosotros y corre suavemente... En poco más de 4 horas ahora estamos en el Col, cada uno trayendo más de 20 kilos a sus espaldas. El día de descanso nos ha venido bien para la larga jornada que tenemos por delante. En el Col, además de asombrarnos por enésima vez de tan maravilloso mundo de montañas que constituye el Macizo de la Jaula, atamos la carga que bajará en trineos por las pendientes nevadas y pedreros de la falda occidental del Cordón del Plata. Dos personas por trineo intentan dirigir y hacer deslizar los treinta y tantos kilos que van en "petates". Además cada uno carga con la mochila de 20 kilos que traemos desde abajo. Lo que se suponía debían ser poco más de tres horas hasta el fondo de la Jaula se transforma en una tortura. Las horas pasan, el sol va inevitablemente a su destino de horizonte montañoso y nosotros aún tratando de conducir los trineos por donde queremos sin caernos... Son las 7 de la tarde y nos encontramos a 4100m. Por decisión general hacemos campamento allí mismo dado el esfuerzo que venimos realizando desde la mañana temprano.

13 de octubre. Más de 2 horas nos demanda terminar de bajar los pedreros hasta el fondo de la quebrada. Festejamos haber llegado al fondo de la Jaula y pasamos el resto del día organizando el campamento. El día que había comenzado soleado, termina nublado y frío.
14 de octubre. Día de descanso. El clima sigue inestable, amanece con sol y la nevizca vespertina terminan envolviendo los altos picos del Peine y Tatras. Salimos a caminar por la quebrada hacia el sur (nacientes) y sobre un promontorio rocoso encontramos una pequeña pirca con testimonios dejados por la expedición del CAM al Nevado Excelsior en 1964. El entusiasmo invade al grupo: nos damos cuenta que en estos lugares uno forma parte de la historia....
15 de octubre. Llega la hora de la
acción, partimos hacia las morenas del Peine, para acampar a 4000m. El día que como los anteriores amanece con sol, las nubes esta vez cubren rápidamente el cielo. Cuando estamos en marcha comienza la nevada. Armamos campamento con visibilidad nula, bajo los persistentes copos, esperando un cambio de tiempo para el día siguiente.


16 de octubre. La nevada duró hasta medianoche, por lo que debimos cambiar nuevamente de planes y destinar este día a estudiar la situación en que quedó la montaña después de los 20 a 30 cm de nieve caída. Salimos cerca del mediodía rumbo al "embudo", nuestro acceso al plateau al pie de la Torre Mayor del Peine. Hacemos algunas test de avalanchas y nos dejan bastante preocupados. Hemos tomado una buena decisión esperando un día más para que la nieve se asiente.












17 de octubre. Divididos en dos cordadas, partimos con objetivos diferentes. Javier, Pinki y Pedro van hacia el sur del campamento a dos cerros de 4600m. Con Gabriel y Alcides nos dirijimos hacia el embudo. Llevamos bolsas de dormir y aislantes, por si acaso vivaqueamos. La subida es pesada abriendo huella. En un momento dudamos de subir por un canal a la izquierda del embudo, vía mucho más técnica y bonita, pero al ser cordada de tres, ir un poco pesados y no movernos con rapidez por la posible caída de hielo o rocas, decidimos seguir la ruta original del embudo.


Al plateau llegamos después de las 13hs. La visión de la Torre Mayor nos alucina, no se ve tan difícil y con Gabriel empezamos a imaginarnos posibles vías de ascenso.... Dejamos las cosas para el vivac como a 5000m y seguimos rumbo a un cercano pico situado al norte del San Esteban y Pico Rosa. En la cima de este hermoso pico no encontramos testimonios ni rastros de anteriores ascensos por lo que decidimos bautizarlo "Pico El Fede".
















A esta altura de la tarde no sabíamos si al día siguiente podríamos intentar la Torre Mayor y quisimos asegurar una cumbre para rendir nuestro homenaje. Para confirmar cuales son el San Esteban y Pico Rosa, seguimos a los dos picos situados al sur. En el primero, encontramos luego de desarmar toda la pirca, un papel doblado en cuatro y un banderín arrugado que han permanecido allí 45 años.... Eso además de sorprendernos una vez más, nos confirma que la cumbre que acabamos de bautizar es virgen. Seguimos al otro pico situado al sur, y después de echar alguna mirada al canal de nieve que surge entre las dos y que fuera la vía de escalada de los pioneros (Alfonso, Supkay, Sarmiento), llegamos a la cumbre. En la gran pirca no encontramos los testimonios a pesar de la minuciosa busqueda que hacemos. Ya son más de las 6 de la tarde y las nubes han cubierto el cielo. Bajamos cansados adonde están las cosas para vivaquear, y comenzamos la tarea de preparación para dormir. No queremos bajar el embudo de noche y cansados, y aún guardamos la esperanza de hacer algo más al día siguiente.












18 de octubre. Una fría noche (-20°C) y con dificultades para hacer agua con

un calentador que falla, nos deja con energías sólo para bajar al campamento donde nos esperan nuestros compañeros. Somos concientes que sin haber podido hidratarnos, no estamos en condiciones de subir otra cumbre. Con Gabriel nos prometemos volver en otra oportunidad...

Cuando descendemos el embudo, nos alegramos de la acertada elección de no bajar la tarde anterior cansados y oscureciendo... Las pendientes sin ser difíciles, exigen mucha atención en el descenso con grampones.

A mediodía estamos en el campamento, donde nos felicitan los de la otra cordada, que tuvo que regresar debido al peligro de avalanchas con que encontraron su objetivo. Levantamos campamento y seguimos hacia la quebrada de la Jaula, donde llegamos a primera hora de la tarde. Allí festejamos con cerveza en un tardío almuerzo. En la noche gran fogón, y vivac mirando las estrellas y tomando mate.

19 de octubre. Temprano comenzamos a desandar la quebrada de la Jaula con mochilas de 32kg ... La técnica que pongo en práctica es la de caminar sin parar unos 50' y parar a descansar los hombros 10'.... Así vamos avanzando a buen paso al objetivo de este día de descenso que es el comienzo del encajonamiento del río. A primera hora de la tarde pasamos la quebrada que conduce al Aguila Blanca, y ya con las últimas luces, cansados y después de
algunos ladeos en empinados acarreos llegamos al sitio elegido para pasar la noche. En principio habíamos previsto el regreso en tres jornadas, pero después de ver lo mucho que avanzamos hoy día (empezamos a caminar a las 9 de la mañana y acampamos a las 20 hs) evaluamos la posibilidad de salir a la ruta mañana mismo...

20 de octubre. Cansados pero sabiendo que queda poco, nos preparamos para el duro día de descenso que nos toca. Comenzando con vadeo del río, ascenso por acarreo empinado, descenso entre grandes bloques, nuevo cruce del río, travesías por acarreos y barrancos de tierra dura, otro cruce del río, etc, etc. Ese día el "baile" comenzó a las 10 de la mañana y terminó a las 20 hs en la ruta... Como a las 22hs llega la traffic que llamó Pedro, y que recibimos como una bendición: realmente estamos cansados y llegar a dormir en casa después de una ducha parece un milagro!

7 comentarios:

  1. Alucinante Pablo y resto del grupo, Felicitaciones por el sueño cumplido, me enteré que andabas por esas latitudes por comentarios de Carlos, ahora nos toca a nosotros ir a conocer esa remota cumbre, un fuerte abrazo, Gerardo.

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  2. Felicitaciones!!!! me alegra que hayan cumplido el objetivo de bautizar una cumbre a nombre de Federico, a quien conoci por coincidencia en el campamento de Azimut 5 días antes de la tragedia.
    Saludos
    Marta

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  3. Pablo, ¡¡dejá alguna montaña virgen!!
    Ya no me queda tiempo. Pero cuando viva mi segunda existencia, voy a entrenar para tratar de emular aunque sea, el 10% de tus salidas.
    Miguel

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  4. Muy buena salida Pablo! Che, tanto el San Esteban como el nuevo cerro El Fede quedan cerquita del Monte Pelegrino? Podrías poner las coordenadas de estos dos cerros así los marco en el Google Earth???
    Saludos y felicitaciones por esta tremenda salida, la verdad es que realmente hacés exploración en Mza
    Guillermo

    Pd: Para cuando el libro? Mirá que voy a ser el comprador número 1 ja ja

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  5. Hola!
    Yo soy uno de los Pioneros: Roberto Supkay los otros dos Fueron Alfonso y Marcelo Quiroga fue creo en 1965.
    Felicitaciones! ya era tiempo que alguien fuera al cordon del Peine despues de tanto tiempo

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  6. Hola Roberto
    Que honor que visites esta página!
    Antes de ir a la expedición, me puse en contacto con Miguel Angel Alfonso, quien me contó detalles de aquella expedición, que me servirán para el libro de la zona que estoy escribiendo.
    Ahora mismo voy a colgar el testimonio que encontramos en el San Esteban...
    Un abrazo
    Pablo

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  7. Para todo el grupo... pero especialmente para vos, PABLO... felicidades. Qué orgullo que en Mendoza se practique este estilo de montañismo y más orgullo saberte parte de eso. Sabés que siempre vas a contar con mi apoyo?
    T.A.

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