
Esta vez la nieve firme hace que sean innecesarias las raquetas, haciendo que las abandone al comienzo de las pendientes más fuertes. Con grampones se sube bien en la nieve acartonada.
Alcanzo a mediodía el punto máximo de la otra vez, bajo un radiante sol de primaveral, y arremeto los últimos metros hasta el peñon que creo es la cumbre. Realmente eran pocos y ahora pienso si hice bien en volverme la vez anterior...
Sigo hacia otros peñones más altos ubicados al norte, pero después de unas travesías en roca y de dejar testimonio por las dudas en un peñón más alto, vuelvo sobre mis pasos y me doy cuenta que la cumbre es el mismo peñón que se ve desde la ruta. Ahora también veo una cruz y hacia allá me dirijo haciendo unas travesías por nieve, terreno más seguro que la roca.
Al lado de la cruz encuentro testimonio de unos militares de hace 12 años atrás.... Disfruto del paisaje un buen rato, estudiando las estéticas cumbres de la Navarro. Después del "festival" de fotos y panorámicas, empiezo a descender y apenas bajo el col, me acomodo bien, cierro todos los cierres, me siento en la forma más aerodinámica y
comienzo el descenso en "culopatín", manera arriesgada y rápida de perder altura... aunque si se hace con el piolet en posición de autodetención y no dejando tomar mucha velocidad, no es muy
peligroso.
Temprano llego a la ruta, y mientras camino hacia el auto, miro de reojo el pico que ya no guarda secretos...
Alcanzo a mediodía el punto máximo de la otra vez, bajo un radiante sol de primaveral, y arremeto los últimos metros hasta el peñon que creo es la cumbre. Realmente eran pocos y ahora pienso si hice bien en volverme la vez anterior...
Sigo hacia otros peñones más altos ubicados al norte, pero después de unas travesías en roca y de dejar testimonio por las dudas en un peñón más alto, vuelvo sobre mis pasos y me doy cuenta que la cumbre es el mismo peñón que se ve desde la ruta. Ahora también veo una cruz y hacia allá me dirijo haciendo unas travesías por nieve, terreno más seguro que la roca.
peligroso.
Temprano llego a la ruta, y mientras camino hacia el auto, miro de reojo el pico que ya no guarda secretos...
Amor, sos un groso... y no por que lo diga yo, eh? Que nunca se termine esa energía, entusiasmo y perseverancia que tanto admiro de vos!!! El relato: fantástico, el cerro: hermoso. Ceci.-
ResponderEliminarQue bueno que pinta!
ResponderEliminarRecién me doy cuenta que es un relato del 2008. Pudiste hacer algunas salidas invernales?
ResponderEliminarFabien
ResponderEliminarEn la entrada más reciente hay una esquiada en el Cruz de Caña la semana pasada!
Muy bueno!!!
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