jueves, 17 de septiembre de 2009

Pico Leñas del Tolosa, 4074m hermosa cumbre para hacer en primavera!

Junio 2008. Un hermoso pico vigila la ruta a Chile antes de la "curva de la Soberanía", pasando Horcones y antes de llegar a Las Cuevas. Se identifica sobretodo cuando la nieve se hace presente e invita subirlo por sus empinada ladera sur, aunque el peñon rocoso de la cumbre añada algo de incertidumbre para escalarlo...
Un día de junio de 2008 me decidí a intentarlo, cuando la primera gran nevada ya se había hecho presente. Llevaba raquetas de nieve, y una vez dejado el auto en la banquina de la ruta internacional, comencé a caminar sintiendo el crujido de la nieve bajo mis pies. Una histérica liebre corre por la ladera nevada cuesta arriba haciendo gala de su estado físico... Yo continúo a mi propio ritmo, buscando ir ganando altura para evitar el primer encajonamiento de la quebradita.
El día soleado y la solitaria y tímida nube no anticipaban lo que me depararía el resto del día. Con las raquetas ahorro un gran esfuerzo al no hundirme en la gruesa capa de nieve. Mientras gano altura, las nubes le ganan la partida al sol y lo ocultan por completo. Un viento helado comienza a soplar antes que pueda alcanzar el filo cumbrero. Me refugio detrás de una roca para abrigarme y comer algo y en un par de minutos se me congelan las manos.
Aunque sé que faltan muy pocos metros, tomo la decisión más acertada que es comenzar a bajar lo antes posible, son las 15hs y el día se ha arruinado por completo. A pesar de ir apurando el ritmo de marcha, las manos heladas duelen hacerlas entrar en calor. Una vez que alcanzo el auto, veo el camino recorrido pensando cuando será el próximo intento...
Setiembre 2008. Había que volver y terminar el trabajo empezado. El pico es bonito y tienta para hacerlo en primavera cuando la nieve está más dura y el tiempo más benigno. Repito la misma logística de la vez pasada: salir temprano de la Ciudad de Mendoza, dejar el auto a la vera de la ruta y tratar de ganar altura rápidamente para tener tiempo de gozar de la cumbre.
Esta vez la nieve firme hace que sean innecesarias las raquetas, haciendo que las abandone al comienzo de las pendientes más fuertes. Con grampones se sube bien en la nieve acartonada.
Alcanzo a mediodía el punto máximo de la otra vez, bajo un radiante sol de primaveral, y arremeto los últimos metros hasta el peñon que creo es la cumbre. Realmente eran pocos y ahora pienso si hice bien en volverme la vez anterior...
Sigo hacia otros peñones más altos ubicados al norte, pero después de unas travesías en roca y de dejar testimonio por las dudas en un peñón más alto, vuelvo sobre mis pasos y me doy cuenta que la cumbre es el mismo peñón que se ve desde la ruta. Ahora también veo una cruz y hacia allá me dirijo haciendo unas travesías por nieve, terreno más seguro que la roca.
Al lado de la cruz encuentro testimonio de unos militares de hace 12 años atrás.... Disfruto del paisaje un buen rato, estudiando las estéticas cumbres de la Navarro. Después del "festival" de fotos y panorámicas, empiezo a descender y apenas bajo el col, me acomodo bien, cierro todos los cierres, me siento en la forma más aerodinámica y comienzo el descenso en "culopatín", manera arriesgada y rápida de perder altura... aunque si se hace con el piolet en posición de autodetención y no dejando tomar mucha velocidad, no es muy
peligroso.
Temprano llego a la ruta, y mientras camino hacia el auto, miro de reojo el pico que ya no guarda secretos...

5 comentarios:

  1. Amor, sos un groso... y no por que lo diga yo, eh? Que nunca se termine esa energía, entusiasmo y perseverancia que tanto admiro de vos!!! El relato: fantástico, el cerro: hermoso. Ceci.-

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  2. Recién me doy cuenta que es un relato del 2008. Pudiste hacer algunas salidas invernales?

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  3. Fabien
    En la entrada más reciente hay una esquiada en el Cruz de Caña la semana pasada!

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