"CERRANDO CÍRCULOS"
A veces lo más importante es el amigo que
insiste para intentar ese pico que hace tiempo nos intriga. La actividad de
montaña no ha sido la que uno hubiera deseado, pero a veces la vida nos
presenta momentos donde parecen lejanas todas las andanzas que alguna vez
hicimos. Lo importante es tratar de mantenerse siempre en condiciones físicas
como para que cuando surja la ocasión, podamos disfrutar el ascenso. Lito
Sánchez me manda mensaje preguntando: “¿Qué cerro sale este fin de semana?”
arriesgando que pueda tener como respuesta la que ha tenido varias veces este
año: “no puedo, estoy complicado…” Pero hay que romper la inercia de la rutina
y arrancamos con un “dale, pásame a buscar, no tengo el auto”.
El objetivo elegido es uno de los que va
quedando en la carpeta de “pendientes”. Un estético pico de más de 4000m, entre
el Caracoles y el Titán. En más de una ocasión estuvimos a punto de ir, pero
por el clima o las condiciones lo habíamos dejado de lado. Esperamos que aún
tenga algo de nieve que nos permita su ascenso.
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Vista desde la embocadura de la quebrada Caracoles hacia el Oeste |
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Aproximando por Matienzo |
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Subiendo por morenas, al fondo el Aconcagua |
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Encarando el canal de ascenso |
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Subiendo por el canal del Gótico |
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Saliendo al col |
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Parte superior de la ruta vista desde el col del Caracoles |
Ponemos rumbo a Las Cuevas a las 19hs, luego de un amague de partida al olvidarme nada más ni nada menos que las botas! Recién a las 21:45 estamos en el refugio de Néstor, quien ya tiene las brasas listas. La carne se va asando mientras que el tinto va corriendo acompañando la charla. Tal cual lo anticipaba el pronóstico, las nubes de ventisca van dejando ver las estrellas; parece que para mañana disfrutaremos de un excelente día. Nos acostamos tarde y sabiendo que el objetivo es más bien corto recién a las 6 nos ponemos en pie y una hora más tarde estamos caminando desde la cabina de peaje.
La mañana se presenta fría, con varios grados bajo cero aquí en Las Cuevas. Ponemos rumbo a la quebrada Caracoles, el primer afluente de la margen oeste del valle Matienzo. En poco más de una hora estamos arriba de su embocadura, corroborando que aún tienen nieve los canales que nos llevan al col. Gracias a una foto que tomamos en 2011 cuando con Lito subimos el Caracoles, hemos podido encontrar una línea de ascenso sencilla para alcanzar la cumbre de nuestro pico. Y es que desde que le prestamos atención hace ya 6 años, lo hicimos nuestro, como un montón de proyectos que a veces podemos terminar y otras veces no. Lito ya lo llamaba de entrecasa “Pico Gótico”. Hoy tendríamos la oportunidad de descubrir esos últimos metros hasta la cumbre y saber si podemos llamarlo finalmente así.
El invierno ha sido tan seco, que la escasa nieve sólo se encuentra en las caras sur y a más de 3700m. Lo que recorrimos sobre un grueso colchón de nieve en la primavera del 2011, hoy lo hacemos pateando piedras de las morenas. A las once de la mañana, estamos subiendo por el canal curvo que baja al pie de la cara sur de nuestro pico. Si bien el día se presenta frío (-3°C a esta hora a la sombra), los restos de material caído de las paredes laterales hacen que le ponga buen ritmo y en 45 minutos estoy en el col. Mientras espero a Lito veo los oscuros resaltes rocosos y me alegro de contar con la foto de 2011 que nos muestra un camino más sencillo apenas unos metros más al oeste. Este pico presenta una verticalísima pared sureste, que da sobre el canal que hemos venido subiendo, y que quedará reservada seguramente ¡para las generaciones que vienen! La roca no parece tan frágil y se adivinan algunas posibles líneas.
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Tres pasajes de la última parte de la vía |
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Panorámica 360° desde la cumbre |
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Contentos, por una más |
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Descanso con el valle del Cuevas a los pies |
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Última mirada al oeste |
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Bajando el canal del Caracoles |
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Llegando a la quebrada del Caracoles |
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La primavera se adivina en los arroyos, atrás el Gótico |
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Desandando el camino |
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Siempre quedan objetivos! |
Chequeo la foto en el celular y nos desviamos unos metros hasta el pie de nuestro canal zigzagueante. La duda que teníamos era si aún tenía nieve, y a primera impresión parece que tiene justo la necesaria. Vamos ganando metros entre pequeños nevés y alguna que otra fácil trepadita en roca descompuesta. En una parte el canal se estrecha, y la pendiente debe rondar los 45°. La nieve se presenta poco transformada, parece de hace pocas semanas, abajo aparece algo de hielo sobre acarreos congelados. Las paredes laterales ayudan a superar fácilmente los pasajes más complicados. Llevamos una cuerda de 30m y 8mm y algunos elementos para anclajes, pero parece que no usaremos nada. Luego el canal termina sobre una rampa nevada con una travesía algo expuesta pero la nieve fresca facilita el ascenso. Una hora desde el col, y estamos en la cumbre. En total, nos llevó 5hs 50min desde el auto. Para decepción de Lito, hay vestigios de una pequeña pirca, en la cual no encontramos nada. Y tampoco habíamos encontrado nada buceando en los anuarios, libros, revistas y mapas…Así que no quedó otra que nombrarlo “Pico Gótico” y seguir indagando a ver si descubrimos algún día quienes fueron nuestros antecesores.El día está excelente para disfrutar la cumbre, así que nos tomamos un té con galletas mientras dirigimos una y otra vez las miradas a todas esas cumbres que nos siguen desvelando. Y el hecho de pensar que estamos viendo sólo un sector de los Andes Centrales, nos confirma que ¡aún tenemos diversión asegurada por muchos años con las montañas de Mendoza! A las 14 comenzamos con precaución el descenso destrepando los “pasitos” más complicados. Y así vamos confirmando que ninguno de ellos pasa el III° en la escala UIAA, siendo fácil pero delicado el ascenso. Y que es conveniente hacerlo únicamente cuando la vía esté con nieve que permita subir cómodamente. Una vez en el col, nos dirijimos al canal que usamos cuando fuimos al Caracoles. Encontramos bastantes penitentes, que nos confirman la escasa acumulación que hubo esta temporada y el prematuro deshielo. Más abajo descansamos con la mirada puesta en esa mole inmensa que es el Aconcagua, que nos muestra su hermoso filo suroeste. El resto es sólo caminar rumbo al vehículo, repitiendo el rito de parar todas las veces que sea necesario para tomar fotos. Y reflexionamos con Lito que otro objetivo “cercano” se terminó, así que la próxima vez habrá que caminar más!
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