FAMOSO EN LOS MAPAS, DESCONOCIDO EN LA REALIDAD
El
cerro Juan Pobre forma parte del vocabulario de nombres de cerros de la
cartografía oficial. Por ello, quienes trazaron los límites del Parque
Aconcagua lo eligieron como vértice sureste del mismo. Esto ha llevado a
que sea mencionado y reconocido en mapas y papeles, pero en el terreno
prácticamente pase desapercibido. El gran desnivel y poca distancia horizontal
entre su cumbre y la ruta internacional hace muy díficil ubicarlo. Uno
esperaría de una cumbre "tan famosa" una prominencia mayor, pero
comparte la misma que su "vecino de enfrente", el Vacas, otra cumbre
ya descripta en este blog. Pero su altura superior a los 4000m asegura una
vista magnífica y poco común de los Andes Centrales, con el valle y volcán
Tupungato como protagonistas.
Salgo de Mendoza a las 6 de la mañana de un frío
día de Julio. Este invierno parece que viene seco una vez más, y esto que era
"anormal" comienza a ser normal...Los últimos tres años la nieve ha
sido bastante escasa. Espero que los días que restan del invierno traigan
alguna nevadita más!.
Va
transcurriendo el tiempo y sigo subiendo, bajando y ladeando morros. El día
sigue espectacular tal cual lo anunciaba el pronóstico, hasta el viento es
suave y no se sienten los -10°C
que estimaba para este lugar (http://www.yr.no/sted/Argentina/Mendoza/Cerro_Juan_Pobre/).
Finalmente veo más cerca la cumbre, defendida con riscos y nevés por todos
lados. Sigo por el filo hasta que me veo obligado a rodear algunos riscos
calzándome nuevamente los grampones para subir las últimas pendientes de nieve
dura. Son las 3:45pm cuando llego a la cumbre. Una gran pirca de piedras
apiladas y con una viga de madera al centro (al mejor estilo
"militar") señala el lugar. También hay tres o cuatro bloques
monolíticos de unos 3m de altura y que había podido ver desde cumbres aledañas.
Reviso la pirca pero no encuentro nada. Parece que el cerro hace honor a su
nombre y ni siquiera testimonio tiene! Luego de la consabida sesión de fotos,
me preocupa el largo regreso por el filo y el descenso del canal.
Sigo
bajando y gracias al gps encuentro nuevamente el atajo de los guanacos para
superar el "crux" del recorrido. Sin inconvenientes encuentro la
entrada del canal y aprovecho el acarreo al costado del nevé para bajar más
rápido. La noche se viene encima justo cuando estoy terminando el descenso y
tengo que encontrar el precario puente sobre el río Vacas. Media hora más tarde
estoy conversando con los guardaparques sobre los cerros y quebradas que quedan
por conocer...
